miércoles, 31 de octubre de 2012

A MI NO ME SIRVE.


    Cuántas veces lo habrán oído esos consultores a los que se les pasa por la cabeza la idea de que si algo funciona en las grandes multinacionales en las que se han formado por qué no traerlo a las pequeñas, medianas y grandes compañías de su entorno. 

    Dossiers, esquemas, un speech genial, frases cuidadas y todo el empuje que la certeza de que su producto es perfecto puede aportar. Ya lo está viendo, en un mes una facturación de escándalo, y lo más importante, la satisfacción de haber ayudado a su cliente a superar mejor estos tiempos de apreturas, incluso yendo más lejos, con el ahorro que ha ayudado a crear puede que salve algún puesto de trabajo.

    Bueno, hoy es el día elegido para compartir con su futuro primer cliente cómo le va a hacer un hombre afortunado. Tras la pertinente espera llega su momento y como no podía ser de otra manera la presentación es perfecta, es lo que tiene haber estado practicando durante horas el día anterior. Y cuando ya está pensando en si facturarle un 20% a la firma ocurre:
- Realmente es muy interesante pero.... A MI NO ME SIRVE, esta compañía es demasiado pequeña para que su servicio nos aporte un gran ahorro, debería usted enfocarse a las multinacionales.

    ¿Me puede explicar alguien qué ha pasado? ¿ Me he equivocado de target? ¿ no es la persona adecuada? ¿ Qué es lo que no ha visto claro?  Hombre, no va a ahorrar lo mismo que Microsoft, pero sus costes tampoco son los de ellos, el ahorro va en proporción al volumen..., y si descontando el coste de mis servicios ya en el primer año ahorra unos cuantos miles.....¿ cuál es el problema? Boyantes no están desde luego, se nota en el ambiente, aparte, hay demasiadas mesas vacías...

    Menos mal que una vez que alguien confía y se arriesga (por llamarle de alguna manera) las cosas son de otra manera, es como un virus, como si tus palabras cobraran un sentido que antes no tenían, pero todo empieza a funcionar, y menos mal, porque se llega incluso a dudar de la idoneidad de esa idea a la que se le han dedicado tantos meses.

    Ayudemos a nuestros clientes, hemos de convencerles de que nos necesitan.


martes, 30 de octubre de 2012

¿SE PUEDE HACER ALGO MÁS PARA MEJORAR?


Es la pregunta del millón, en estos últimos años hemos sido testigos de una gran variedad de ideas más o menos innovadoras para racionalizar los costes y transformar los resultados del rojo al negro con la que ésta cayendo.

Tenemos de todo, los tradicionales, despidos, reducción de beneficios a los tan cuidados ejecutivos en los momentos de bonanza, eliminación de los cursos de formación, recorte en las tarjetas de empresa, en resumen, todo lo que en los tiempos de vacas gordas nos parece imprescindible y cuando la situación se complica ya no tanto. También hemos recurrido a métodos más novedosos, el outsorcing de servicios, la deslocalización, y toda una larga serie de soluciones creativas para pagar menos impuestos.

INSUFICIENTE. Nada, que no llegamos, seguimos en el rojo, y evidentemente sabemos lo que viene después, esas interminables reuniones en las que intentamos, y digo intentamos porque nunca conseguimos, convencer a la plana mayor de que la que tenemos encima lo mismo tiene algo que ver con el color de los resultados.

Pero la pregunta es: ¿podríamos hacer algo más? ¿se nos escapa algo? Siempre nos queda esa sensación aunque nadie nos lo diga.

¿Miramos fuera de España? Tampoco es necesario, miremos esas empresas que ya se han tenido que batir el cobre fuera de nuestras fronteras, Telefónica, Banco Santander, o que vienen de fuera, Siemens, Microsoft,  Vodafone, ¿ qué tienen en común?
            
             Son conscientes de la importancia que tienen los espacios que ocupan para su negocio, pero no sólo a nivel de costes, que todo sea dicho, en la mayoría de las empresas es el segundo coste más importante, sino a nivel de imagen, productividad de sus empleados, relación con sus clientes, y un largo etcétera de aspectos capitales para la compañía.

Estas compañías no han dudado en emprender grandes cambios en lo concerniente a sus espacios de trabajo para ganar en competitividad reduciendo su segundo mayor coste y aumentando a la vez la productividad de su capital humano, ¿Se puede pedir más? ¿Es eso posible?. SI, es tan sencillo y a la vez tan complicado como tratar los espacios de trabajo como un activo más, no como la caja que los contiene.

            "Si queremos dar un giro a la situación de nuestra compañía, actuemos sobre los grandes costes".

            Tan descabellado no será cuando Repsol y BBVA van por el mismo camino, ¿no os parece?